Honduras en Alerta: Zelaya, LIBRE y el Nobel de María Corina Machado

María Corina Machado recibe el Nobel de la Paz

La otorgación del Premio Nobel de la Paz 2025 a la disidente venezolana María Corina Machado provocó una respuesta rápida y controvertida por parte del expresidente hondureño José Manuel “Mel” Zelaya Rosales y de la organización política LIBRE. Zelaya describió el reconocimiento como “un ultraje a la trayectoria y a las naciones que defienden su independencia” y acusó al Comité Nobel de convertir el premio en una “herramienta del neocolonialismo”.

A través de su comunicado en plataformas digitales, Zelaya caracterizó a Machado como una «golpista» y «socia de las élites financieras e intereses foráneos», afirmando que su reconocimiento constituiría un «insulto para las naciones latinoamericanas». Tales afirmaciones desataron una acalorada controversia política tanto en Honduras como a nivel internacional, colocando a la nación caribeña en el epicentro del diálogo acerca de las inclinaciones ideológicas de sus figuras políticas.

Reacciones nacionales y percepción del oficialismo

A nivel nacional, las opiniones sobre el Nobel se dividieron entre sectores liberales y opositores. Mientras algunos celebraron el reconocimiento como un respaldo a los derechos humanos y la democracia, líderes del oficialismo respaldaron la postura de Zelaya. La diputada Maribel Espinoza afirmó que Zelaya es “amigo y asociado de un narcodictador” y agregó que su discurso “rechaza la lucha auténtica por la libertad en América Latina”.

Analistas consideran que el rechazo del partido LIBRE al galardón evidencia afinidad ideológica con el modelo político chavista de Venezuela. Esta percepción se vincula con temores sobre la posible replicación de prácticas autoritarias y populistas en Honduras, que podrían afectar la gobernabilidad y el equilibrio institucional del país.

Repercusiones globales y posturas de María Corina Machado

Desde la discreción, María Corina Machado dedicó el Nobel “a la nación venezolana y a todos aquellos que se han opuesto a la opresión”. Su declaración fue apreciada por figuras democráticas de América Latina y afianzó la perspectiva opositora a gobiernos afines al chavismo.

El suceso ha provocado interés global acerca de la dirección política de LIBRE, intensificando los debates sobre la repercusión de esquemas regionales en los asuntos internos de Honduras y sobre cómo estas posturas afectan la imagen de la democracia y la implicación de los ciudadanos.

Tensiones políticas y perspectivas institucionales

La controversia suscitada por la respuesta de Zelaya y su agrupación política pone de manifiesto un escenario político caracterizado por una profunda división. La deliberación acerca del Premio Nobel de la Paz se inscribe en un marco de examen cada vez más riguroso sobre la posición de las formaciones partidistas en relación con la democracia, la soberanía de los organismos públicos y el influjo foráneo en los asuntos internos del país.

El reconocimiento a Machado y el soporte de ciertas secciones, junto al rechazo de LIBRE, denotan la discordia presente entre visiones que valoran la protección de derechos y libertades en oposición a puntos de vista que se inclinan hacia regímenes regionales particulares. Esta divergencia genera obstáculos para la estructura institucional, la administración pública y la calma política en Honduras, dejando al país en observación nacional e internacional.